Las 5 leyes primarias del amor

The 5 Primal Laws of Love

1. El físico

Una atracción intensa ocurre a nivel subconsciente, a menudo iniciada químicamente tras un encuentro en persona. Las feromonas desempeñan un papel fundamental en el despertar de esta atracción y en determinar si existe química. Un beso temprano brinda la oportunidad de intercambiar saliva y feromonas, lo que podría ser la forma más rápida de comprobar inconscientemente una verdadera compatibilidad genética.

Si la química es correcta, los niveles de cortisol y noradrenalina aumentan, mientras que los de serotonina disminuyen, lo que provoca una reacción similar al estrés. La frecuencia cardíaca y la presión arterial se elevan, el corazón se acelera, las pupilas se dilatan, la piel se vuelve sudorosa, la memoria y la agudeza mental se agudizan, el apetito se reduce, aparecen temblores y la energía nerviosa consume el cuerpo. Surge una respuesta obsesivo-compulsiva al experimentar pensamientos persistentes sobre la otra persona.

Los niveles de testosterona en los hombres y de estrógeno en las mujeres aumentan, intensificando la atracción lujuriosa. Los rasgos sexuales secundarios del rostro, el cuerpo y los genitales se intensifican con el aumento de dopamina, lo que induce euforia. La respuesta emocional se amplifica aún más por el aumento de oxitocina, que reduce el dolor y atenúa la ansiedad. Las mujeres se vuelven más sensibles emocionalmente y más perspicaces ante las motivaciones masculinas. Si bien ambos miembros de la pareja experimentan un aumento de la libido, el aumento de testosterona en los hombres impulsa una profunda atención a lo físico. Sin embargo, para desarrollar un amor verdadero y duradero, la actividad sexual por sí sola no basta; la pareja debe pasar a la siguiente etapa.

(Nota: Esta primera etapa subconsciente del amor requiere un encuentro en persona).

2. La psique

A medida que los niveles de serotonina aumentan y la dopamina se estabiliza, se establece una atracción más tranquila y duradera. Los niveles de oxitocina siguen aumentando, especialmente a medida que el contacto físico se integra en la relación. Estos neuropéptidos que unen a la pareja refuerzan el placer del tacto.

En esta etapa, la atracción subconsciente evoluciona hacia la atracción consciente a medida que las parejas identifican intereses comunes y exploran la compatibilidad. La atracción sexual sigue siendo importante, pero el deseo subconsciente primario se entrelaza con los procesos de pensamiento racional en la corteza frontal del cerebro. Un nivel elevado de oxitocina aumenta la confianza de la mujer en su pareja y fortalece la fidelidad masculina, reforzando el deseo de una relación comprometida.

Sin embargo, si la relación no progresa hacia una conexión más profunda, los niveles de dopamina y oxitocina disminuyen rápidamente. Muchas relaciones se disuelven en este punto, ya que los vínculos físicos y sexuales por sí solos son insuficientes sin el potencial de un amor duradero.

3. La Familia

En esta etapa, el amor se extiende más allá del individuo e incluye a su familia y su red de apoyo. Las parejas buscan puntos en común, contemplando la fusión de dos unidades familiares. Para que el amor romántico perdure, forjar vínculos con las familias y/o estructuras de apoyo de cada uno puede ser esencial para facilitar la siguiente fase de profundización del compromiso.

Los niveles de oxitocina se mantienen altos a medida que la intimidad sexual trasciende la satisfacción física, convirtiéndose en un mecanismo crucial para fortalecer los vínculos emocionales. Las parejas se familiarizan cada vez más: sus voces, olores y presencia física los preparan inconscientemente para emociones positivas y comportamientos afectuosos.

4. La Institucional

En esta etapa, las parejas comienzan a enamorarse de cada aspecto del otro, incluyendo su herencia, idioma, costumbres e influencias profundamente arraigadas. Rasgos o comportamientos que al principio podían resultar irritantes se vuelven más tolerables en vista del valor general de la relación. El amor compartido ahora abarca los aspectos institucionales más amplios de la vida de cada uno, que, si la pareja tiene hijos en el futuro, deberán fusionarse en una base unificada.

Los aspectos neurobiológicos del amor alcanzan la homeostasis a medida que las hormonas y los neuropéptidos se establecen en un equilibrio sostenible. La intimidad sexual constante desempeña un papel vital para mantener la cercanía, reforzar la inversión en una relación a largo plazo y preparar la posible llegada de un hijo.

Si se produce la concepción, un fenómeno biológico conocido como microquimerismo puede fortalecer aún más el vínculo entre la pareja. Las células fetales, compuestas en un 50 % por ADN paterno, pueden incrustarse en el tejido materno, creando una conexión genética duradera que profundiza su unión. Pero, paralelamente, con el tiempo, la pareja (madre y padre) puede empezar a compartir gestos, a parecerse entre sí y a alinear sus objetivos a largo plazo. La cercanía física constante y el contacto afectuoso refuerzan la relación, ya que los niveles de oxitocina siguen siendo cruciales para mantener el amor a largo plazo.

A medida que disminuyen los niveles de testosterona masculina, también lo hace la agresividad, lo que aumenta el enfoque en apoyar la unidad familiar y reduce la probabilidad de infidelidad.

5. El alma

En la etapa final del amor verdadero, la pareja se conecta tan profundamente que siente la presencia mutua incluso estando separados. Sus emociones, pensamientos y energías se entrelazan de una manera aparentemente espiritual.

¿Existe una explicación neurobiológica para este fenómeno? Las investigaciones emergentes en mecánica cuántica continúan descubriendo la conciencia etérea y colectiva que comparten individuos y sociedades. Estudios futuros podrían arrojar más luz sobre las innegables conexiones entre las parejas unidas: conexiones observadas desde hace tiempo entre madres e hijos y ahora reconocidas entre dos personas que han forjado un amor profundo y duradero.

La respuesta primaria y la importancia de la presencia física

Esta respuesta de amor primigenia es el resultado de eones de evolución humana y no se desarrolla de la misma manera en las relaciones virtuales ni en las interacciones a través de una pantalla. Todos los sentidos, incluyendo el tacto, el gusto y el olfato, deben estar involucrados. Sin interacciones en persona, los niveles de oxitocina no alcanzan el umbral necesario para establecer un vínculo profundo y duradero.

Si uno busca un amor auténtico, duradero y satisfactorio, es imprescindible conectarse en persona.

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